Diferencia entre los metros útiles y construidos
Te explicamos la diferencia entre los metros útiles y construidos y como medirlos.
Una de las cuestiones más importantes a tener en cuenta a la hora de comprar o vender una vivienda es saber cuánto mide. Aunque a priori se trata de una cuestión sencilla no lo es tanto, ya que a menudo no sabemos cuál es la diferencia entre metros cuadrados útiles y construidos, y, por lo tanto, sus dimensiones.
Saber medir un inmueble de manera correcta es muy importante, ya que nos permitirá conocer el precio de venta de la vivienda y, por lo tanto, fijar un precio acorde a sus dimensiones. A continuación analizaremos cuál es la diferencia entre metros cuadrados útiles y construidos, en función de cuáles se estipula el precio de un inmueble, y qué hay que tener en cuenta a la hora de medir una casa.
¿Qué son los metros cuadrados construidos?
Los metros cuadrados construidos, o la superficie construida, hace referencia a los metros cuadrados totales; es decir, contemplan todas las partes de la vivienda que han sido sometidas a una construcción, a pesar de que no puedan utilizarse. Se incluyen, además de la superficie que podemos utilizar:
- La estructura del edificio (eso es: paredes, tabiques, instalaciones eléctricas, conductos de ventilación, tuberías, desagües, etc.).
- Las zonas comunes del edificio (eso es: escaleras, entrada, pasillos, patios, jardines, piscinas, etc.).
Por lo tanto, los metros cuadrados construidos no pueden utilizarse. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la superficie construida es la que sirve como base para conocer el precio de una vivienda.
No debemos olvidar que, a pesar de que todas las viviendas de un edificio tengan las mismas dimensiones, su superficie construida no será la misma, dado que cada inmueble tiene un coeficiente distinto de participación en las zonas comunes en las comunidades.
Por ello, es necesario diferenciar entre:
- La superficie construida en los elementos comunes del edificio.
- La superficie construida dentro del perímetro de la vivienda.
El valor de un inmueble se medirá, por lo tanto, teniendo en cuenta todos los metros cuadrados construidos dentro del perímetro de la vivienda y los metros cuadrados construidos proporcionales al coeficiente de participación del inmueble en las zonas comunes.
Cabe aclarar que, en caso de compartir una pared con un vecino, el cálculo de los metros cuadrados construidos que esta ocupe, se dividirá entre dos; es decir, cada propietario contará con la superficie construida que ocupe la mitad de la pared. Asimismo, hay que destacar que la superficie de los altillos o sótanos de uso privado cuya superficie sea inferior a 1,5 metros no se tendrán en cuenta como superficie construida.
¿Qué son los metros cuadrados útiles?
Los metros cuadrados útiles, o la superficie útil, es aquella que hace referencia solo a los metros cuadrados que se utilizan; que se pueden pisar. Por lo tanto, quedan excluidos los metros cuadrados totales y, con ellos, el espacio que ocupan las paredes, tabiques, instalaciones eléctricas, conductos de ventilación, tuberías, desagües, etc., que, aunque forman parte de la casa no se usan físicamente en el día a día.
Por lo tanto, dicho de otra manera, la superficie útil de una vivienda es aquel espacio del que se dispone para habitar. Esta incluye los armarios, y las terrazas, balcones o patios comunes de uso privado, solo si están cerrados, que se calcularán como metros útiles, y si están abiertos se computarán sólo en un 50%. Es decir, si disponemos de una terraza de 20 metros cuadrados y está descubierta, sólo computará como si midiera 10 metros cuadrados, mientras que si está cubierta se contará en su totalidad.
Cabe destacar que hay una excepción a la normal que acabamos de analizar. En las viviendas de protección oficial (VPO), la superficie de una terraza solo podrá computarse al 10%; es decir, si tiene 20 metros cuadrados, sólo computará como si midiera 2 metros cuadrados.
Como hemos podido comprobar, saber cuánto mide una vivienda es de vital importancia, no sólo para saber su valor sino en otros ámbitos, como por ejemplo, a la hora de pedir un presupuesto para reformar la casa, contratar un seguro de hogar o cambiar la potencia eléctrica.
Para ello, es importante recurrir a profesionales que nos ayuden a medir nuestra vivienda con exactitud y, así, fijar un precio justo por ella.
Juan Rosado
CEO